Englobado en el paquete de medidas “Objetivo 55” de la Unión Europea, el Parlamento Europeo confirmó este pasado martes que todos los vehículos nuevos deberán ser cero emisiones a partir de 2035, tal como ya había acordado la Comisión Europea a finales del pasado mes de octubre.
La nueva hoja de ruta de la electrificación europea pone, además, el foco esta vez en el transporte por carretera y en las emisiones reales de los vehículos.
Así, la Eurocámara propone, por un lado, que los camiones nuevos recorten el 90% de sus emisiones para 2040. Mientras que, por otro lado, marca como fecha límite el mes de diciembre de 2026 para estudiar una nueva metodología que permita ajustar las emisiones de CO2 que indican los fabricantes, para alinear Los umbrales máximos de emisiones declaradas con las emisiones en condiciones reales de conducción.
En palabras del parlamentario europeo Jan Huitema “Este reglamento impulsará la fabricación de vehículos de emisión cero o de baja emisión. Incluye una revisión ambiciosa de los objetivos para 2030 y 2035, esencial para alcanzar la neutralidad climática en 2050 a más tardar. Estos objetivos aportan claridad a la industria automovilística y estimulan la innovación y la inversión entre los fabricantes de coches. Comprar y conducir coches limpios será más barato, y aparecerá antes un mercado de segunda mano. La conducción sostenible estará por fin al alcance de todos”.
Con 340 votos a favor, 279 en contra y 21 abstenciones, los eurodiputados han aprobado el acuerdo alcanzado con el Consejo por el que se revisarán las normas en materia de emisiones de CO2 de los turismos y furgonetas nuevos. De este modo, la industria automovilística se alinea con la mayor ambición climática de la UE.
La nueva legislación traza la senda para reducir a cero en 2035 las emisiones de CO2 de turismos y vehículos comerciales ligeros nuevos. Habrá también objetivos intermedios de reducción de emisiones para 2030, del 55 % para los automóviles y del 50 % para las furgonetas en comparación con el nivel de 2021, y como una media para el conjunto del parque de vehículos nuevos de la UE.
Otras medidas clave que contempla el Reglamento:
- La Comisión presentará, a más tardar en 2025, una metodología para evaluar y comunicar datos sobre las emisiones de CO2 durante todo el ciclo de vida de los automóviles y furgonetas vendidos en la UE. Cuando proceda, esta metodología irá acompañada de propuestas legislativas.
- Como tarde en diciembre de 2026, la Comisión estudiará la diferencia entre los valores límite de emisión y los datos reales de consumo de combustible y energía, informará sobre una metodología para ajustar las emisiones concretas de CO2 de los fabricantes y propondrá unas medidas de seguimiento adecuadas.
- Los fabricantes con una producción reducida (entre 1 000 y 10 000 automóviles nuevos o entre 1 000 y 22 000 furgonetas nuevas al año) podrán beneficiarse de una exención hasta finales de 2035. Los que declaren menos de 1 000 vehículos nuevos al año seguirán estando exentos.
- El actual mecanismo de incentivos para vehículos de emisión cero o de baja emisión recompensa a los fabricantes que venden más vehículos de este tipo con unos objetivos de reducción de emisiones de CO2 más bajos. Se trata de los vehículos con emisiones entre cero y 50 g de CO2/km, como los vehículos eléctricos e híbridos enchufables con buen rendimiento. Este mecanismo se adaptará para ajustarse a las expectativas de venta. De 2025 a 2029, el índice de referencia de los vehículos de emisión cero o de baja emisión queda fijado en el 25 % para las ventas de automóviles nuevos y en el 17 % para las furgonetas nuevas. A partir de 2030, este incentivo desaparecerá.
- Cada dos años, a partir de finales de 2025, la Comisión publicará un informe para evaluar los avances hacia una movilidad vial sin emisiones.