Coches eléctricos de batería o de pila de hidrógeno: ¿cuáles tienen más autonomía?
En general, un coche de hidrógeno –o, mejor dicho, de pila de combustible de hidrógeno (FCHEV)- tiene más autonomía que uno eléctrico (EV). Pero su presencia en el mercado es testimonial y se reduce a dos modelos: el Hyundai Nexo y el Toyota Mirai. Los dos declaran una autonomía similar, de 666 kilómetros en el primero, y 650 km en el segundo (ambos WLTP). Son unas cifras muy elevadas que solo un modelo eléctrico a la venta en España supera: el Mercedes-Benz EQS 450+, con sus 743 kilómetros de autonomía (WLTP) gracias a su bajo consumo medio (16,6 kWh/100 km) y a sus enormes baterías de 107 kWh de capacidad. Otros cinco modelos eléctricos superan los 600 kilómetros de autonomía: Tesla Model S y Mercedes-Benz EQE (634 km), BMW iX xDrive50 (629), Tesla Model 3 Long Range (626) y BMW i7 xDrive60 (625). Puedes ver aquí los 10 coches eléctricos con mayor autonomía.
En una prueba realizada durante la "Le Paris de l’hydrogène", un Toyota Mirai batió el récord de autonomía para un coche de pila de combustible de hidrógeno, recorriendo 1.003 km con una sola carga de combustible. En 2015, un Hyundai Nexo fue capaz de recorrer 2.383 kilómetros en un solo día, en ciudad y en carretera abierta, un récord en el que, además de la autonomía, entraba en juego la rapidez de repostaje del hidrógeno.
La ventaja no es la autonomía, sino el repostaje
La gran ventaja de los coches de hidrógeno no está en su autonomía, sino en su repostaje, que se hace en solo cinco minutos. Además, se hace en una “hidrogenera”, de un modo muy similar a como repostamos gasolina en una gasolinera, aunque con matices. La principal diferencia es que la manguera de hidrógeno se tiene que mantener perfectamente sellada al depósito hasta completar el repostaje de los tanques.
Otra de sus ventajas es que los tanques de hidrógeno, aunque más pesados que un depósito convencional de gasolina, son mucho más ligeros que las baterías de un coche eléctrico. Eso hace que los consumos de un coche de hidrógeno sean inferiores a los de un eléctrico; y que su comportamiento dinámico también sea mejor.
¿Cómo funciona un coche de hidrógeno?
Un coche de hidrógeno incorpora una pila de combustible, un depósito de hidrógeno, unas pequeñas baterías y un motor eléctrico. La pila de combustible es capaz de transformar el hidrógeno en energía eléctrica través de un proceso electroquímico que sólo genera agua como residuo. Ese proceso genera una electricidad que pasa a unas baterías y de las baterías al motor, con la única emisión de vapor de agua y nitrógeno.
¿Por qué no triunfan los coches de hidrógeno?
Los coches de hidrógeno son el futuro, pero es una tecnología que todavía está en sus primeras fases de desarrollo. Además, los automóviles con pila de combustible de hidrógeno han visto reducida la inversión en investigación en favor de los eléctricos (EV), que son los que van a dominar el mercado en las próximas décadas. La mayoría de las marcas de coches han preferido centrar sus esfuerzos en el desarrollo de coches eléctricos, porque a corto y medio plazo son la opción más viable para poder cumplir con las legislaciones que van a prohibir los coches de combustión en todo el mundo.
Por otro lado, todavía hay que resolver cómo generar, almacenar y transportar hidrógeno (que requiere unas condiciones de temperatura y presión extremas) en grandes cantidades de forma limpia. Y la viabilidad de generar una infraestructura mundial para todo ello. La energía eléctrica ya tiene un camino ganado en ese sentido, pues parte del consumo mundial se genera con fuentes renovables y su transporte es muy sencillo, no así su almacenaje.
