Encaramos la recta final del ejercicio con un evento clave para entender analizar hacia dónde se dirige el dinámico mercado de la movilidad.
MSI es uno de los principales colaboradores que nutren los informes anuales del
Arval Mobility Observatory. La calidad de su información facilita a los mercados automovilísticos la toma de decisiones, aportando los estudios, sistemas y bases de datos necesarios para una rápida asimilación y entendimiento del entorno y sus previsiones.
El 46 Club de Previsión de Automoción, organizado por el MSI el pasado 14 de noviembre en Madrid, reunió a expertos del sector para analizar las tendencias marcadas por un gran compromiso con la sostenibilidad.
En el ámbito económico, el economista Juan Carlos Martínez destacó que se espera un 2024 más desacelerado que el 2023, con un crecimiento previsto del 1,8% para España (Fuente: Banco de España, septiembre 2023). La inflación en la zona euro, por su parte, se sitúa en el 4,3%, condicionada por el contexto geopolítico actual.
Después del análisis de las claves económicas en España y Europa, la sesión dio lugar a una mesa redonda sobre el papel del vehículo privado en la futura movilidad. Distintos responsables de marcas líderes en automoción compartieron sus visiones alrededor de la electrificación. Coincidieron en que esa es la tendencia imparable del sector y todos los fabricantes revelaron planes para electrificar sus gamas en los próximos años.
Para acelerar este proceso, los expertos señalaron algunas de las claves:
- Implementar ayudas económicas directas y sin trámites para la compra de vehículos eléctricos.
- Mejorar la infraestructura de recarga, tanto en número de puntos como en accesibilidad de pago y experiencia de uso.
- Revertir la imagen social negativa sobre los vehículos eléctricos y el miedo a sus autonomías reales. Es fundamental acercar la experiencia al consumidor A través de fórmulas fácilmente accesibles como carsharing/suscripción. Se ha demostrado que Una vez se prueba se pierde el miedo e incluso se genera preferencia por esa tecnología.
En cuanto a las perspectivas de demanda, algunos fabricantes son optimistas y creen que la experiencia de conducción de los vehículos eléctricos será suficiente para atraer a los consumidores. Otros fabricantes no lo ven tan claro y creen que el precio de los coches eléctricos seguirá siendo un obstáculo importante. Comparten que la clave está en el precio del kWh y se habló de barrera de 100 dólares por kWh (en cuanto al coste de fabricación de capacidad de batería) como punto de inflexión para que los precios de los coches de gasolina y los eléctricos tengan paridad. Se han hecho estudios que reflejan que por encima de la barrera de los 100 dólares por kWh de coste para los fabricantes, no se podrán cruzar los caminos de la combustión y la electricidad. También jugarán papel clave las inminentes baterías de estado sólido.
Si ampliamos el horizonte, aparecieron conceptos interesantes para la movilidad del futuro, como la conectividad o la air mobility.
La conectividad es un elemento clave para la movilidad del futuro. Los coches conectados podrán comunicarse entre sí y con la infraestructura vial, lo que permitirá mejorar la seguridad y la eficiencia del tráfico. En consecuencia, los coches autónomos tendrían un excelente desempeño dentro de estos entornos totalmente conectados.
El concepto más disruptivo fue la movilidad aérea, también conocida como air mobility. Es una tecnología emergente que tiene el potencial de revolucionar el transporte urbano y regional. Los vehículos aéreos autónomos (AAV) podrían conectar ciudades y pueblos de forma rápida y eficiente, reduciendo la congestión del tráfico y las emisiones de gases de efecto invernadero.
En conclusión, la electrificación del coche es la tendencia imparable del sector. Sin embargo, para que este proceso se lleve a cabo de forma efectiva, es necesario que todos los actores implicados, desde los fabricantes hasta las administraciones públicas, se impliquen en el proceso de transición.
Los fabricantes deben seguir invirtiendo en el desarrollo de vehículos eléctricos de nueva generación, que sean atractivos para los consumidores en términos de precio, autonomía y experiencia de conducción.
Las administraciones públicas deben implementar ayudas económicas directas y sin trámites excesivos para la compra de vehículos eléctricos, así como mejorar la infraestructura de recarga.
Los consumidores, por su parte, deberán abrir su apetito al cambio para así poder experimentar las ventajas de la movilidad eléctrica, como la reducción de las emisiones contaminantes y el ahorro económico a largo plazo.