El renting de vehículos se divide en dos grandes categorías: el renting fijo y el renting flexible.
El renting fijo para particulares ofrece la posibilidad de pagar cuotas más reducidas durante un período de tiempo de corto-medio plazo, entre los 3 y los 5 años. Sin embargo, si tus circunstancias o necesidades cambian durante ese período, resulta más complicado hacer cambios.
Por otro lado, el renting flexible para particulares permite formalizar contratos de menor duración (entre 1-2 años), con la posibilidad de revisarlos cuando sea necesario. No obstante, estas ventajas hacen que tenga un precio mensual más elevado y con un kilometraje limitado por contrato.
En cualquier caso, estas dos modalidades de renting para particulares te permiten ahorrar dinero desde el primer minuto. No es necesario abonar ninguna entrada y todos los gastos e imprevistos (revisiones, mantenimiento, impuestos, seguro…) están incluidos en la cuota mensual acordada.
El trámite para solicitar un vehículo de renting para particulares es muy sencillo. Puedes consultar las ofertas en la web de Arval, personalizarlas conforme a tus exigencias y solicitarlas a través de un formulario. Nos pondremos en contacto contigo para formalizar el contrato lo antes posible tras comprobar que se cumplen tres requisitos básicos:
No obstante, si no se cumpliera alguno de estos requisitos, revisaremos tu caso para tratar de ofrecerte alguna solución alternativa.
Tanto en el renting flexible como en el fijo, la flota de vehículos disponible es muy extensa. El hecho de que seas un particular no limita tus posibilidades de acceso al renting de coches urbanos, SUV, premium e incluso furgonetas.
La flota de Arval es muy amplia y ofrece grandes posibilidades de personalización para que consigas el vehículo que realmente necesitas y al precio más ajustado.